La CECRV ha querido hacer constar a los representantes españoles en el Parlamento Europeo la necesidad de que los acuerdos alcanzados en el Grupo de Alto Nivel para la Política Vitivinícola queden materializados en la legislación europea de forma rápida, para que puedan aplicarse a lo largo del presente año si es posible, sin que haya que esperar a la próxima reforma de la PAC.
Los representantes de las denominaciones de origen de vino han pedido también que el sector del vino cuente con un tratamiento diferencial desde la óptica de la salud pública en relación al resto de bebidas alcohólicas, defendiendo el consumo moderado de vino como única forma de disfrute del producto.
Los miembros de CECRV han hecho constar su preocupación a los representantes de los ciudadanos europeos por la progresiva movilización de las administraciones públicas contra todas las bebidas alcohólicas, sin distinción.
Ha trasladado también su preocupación sobre el acuerdo administrativo firmado el pasado mes de diciembre entre la Comisión Europea y la EUIPO (Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea) en relación con la gestión de las indicaciones geográficas (IG), porque, a juicio de las denominaciones de origen europeas y de algunos Estados miembros como España, las tareas que en él se le asignan a la EUIPO exceden el papel definido para la EUIPO por los colegisladores durante la reciente reforma de la legislación sobre indicaciones geográficas.
Las denominaciones de origen de vino también han reclamado el apoyo de los grupos parlamentarios europeos al Plan de Acción sobre las IIGG que las DDOO europeas presentaron recientemente a la Comisión Europea, recordando que el propio comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, ha reconocido la necesidad de que se lleve a cabo un plan de acción de este tipo para las figuras de calidad, teniendo en cuenta su decisiva contribución al sector del vino y al resto de sectores agrarios, así como a las zonas rurales europeas.
Han querido también dejar constancia de la importancia que para el vino tiene la continuidad de las políticas comerciales de la UE orientadas a acuerdos bilaterales o multilaterales que garanticen el libre comercio.