El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, presentó hoy junto con el escritor y periodista Alfonso Ussía el libro “Historia del vino de Madrid”, que se amplía en esta edición relatando la nueva edad de oro de los caldos de la región, que tiene como punto de inflexión la declaración de la Denominación de Origen Vinos de Madrid en 1990.
“Desde entonces hasta hoy, tal y como relata el libro, las tres subzonas vitivinícolas de Madrid han sabido aprovechar las ventajas de la capital como nodo de comunicaciones, la presencia de mano de obra cualificada y la colaboración que la Comunidad de Madrid les ofrece en investigación, innovación y comercialización”, señaló Sarasola.
El consejero destacó en la presentación del libro que “bucear en el devenir de nuestros vinos desde sus orígenes nos ayuda a comprender mejor dónde estamos e incluso a dónde vamos. Nuevas generaciones de emprendedores han empezado a tomar el relevo y estoy convencido de que
Madrid tiene mucho que aportar al futuro del vino español. Y si logramos q ue Madrid recupere el aprecio y el orgullo por sus vinos que éstos merecen, sin duda van a hacer falta muchas más hectáreas de viñedo.
Tampoco me cabe duda – añadió Sarasola- de que la Comunidad de Madrid
estará siempre, como ahora, trabajando con el objetico de que el siglo XXI sea
un nuevo Siglo de Oro para los vinos madrileños”.
La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Medio Ambiente
y Ordenación del Territorio ,impulsa políticas que contribuyen al desarrollo
del sector vitivinícola de la región, promocionando la calidad y variedad de
sus vinos, apoyando la innovación, mejora y tecnificación de su industria, y
a través de la investigación y el desarrollo.
Los Vinos de Madrid se han situado ya en el octavo lugar por comercialización en el mercado madrileño, y cerca del 80% de los restaurantes de mayor prestigio de la región los incluyen en sus cartas.
Actualmente Madrid cuenta con 2.800 viticultores que cultivan 16.000 hectáreas
de viñedo en 58 municipios del Sur de la región, agrupados en tres subzonas (Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias).
La Denominación de Origen Vinos de Madrid ampara a 44 bodegas que dan trabajo a 3.000 personas en 8.800 hectáreas en la temporada de vendimia.
La D.O. comercializa anualmente en torno a 4 millones de botellas. 2.000 años de historia de los vinos madrileñosLa nueva edición de “Historia del Vino de Madrid”completa lo escrito en 2002 por Leocadio Machado,y nace de la intención de narrarlo sucedido en la viticultura madrileña en lo que seconoce como“época dorada” de nuestros vinos de la mano de distintos autores. Esta edición se incardina en el esfuerzo de la Comunidad de Madrid por difundir su patrimonio cultural, y ha sido financiado por la Comunidad y el Consejo Regulador de la D.O. Vinos de Madrid.
Los primeros documentos que acreditan la existencia de viñedos y vino
en Madrid son del siglo XII, si bien parece confirmado que las primeras plantaciones de viñedos en la Comunidad fueron realizadas con la conquista
romana.
Durante muchos siglos el viñedo fue el cultivo más importante tras los cereales,y la creación de Madrid como capital de España potenció el auge de algunas zonas, si bien eso supuso la desaparición de huertos en las zonas de Antón Martín y Santo Domingo.
Dado que el vino producido en la región no bastaba para atender a la población, relata el libro, casi ninguno se vendía fuera de Madrid. Sin embargo, San Martín de Valdeiglesias fue pionero en la exportación de sus caldos a Segovia y Ávila.
Hasta bien entrado el siglo XIX los vinos de la región fueron los preferidos por los madrileños.
Declive y recuperación de los caldos de Madrid La primera epidemia de filoxera que llegó a Madrid en el siglo XVI acabó con las variedades manzanillo, pago de Colmenares, o arijes, si bien sobrevivieron garnacha, airén, malvar, albillo o pardillo, aunque el declive de los vinos de Madrid se inició en 1804, con una pésima cosecha que limitó el género. Nuevas plagas de filoxera y la apertura de comunicaciones a través del ferrocarril abrieronel camino a vinos traídos de otras regiones y el viñedo se refugió en el sur de la región. La Guerra Civil destruyó muchos viñedos y el desarrollo de la región a partir de 1950 sustituyó viñas por
cemento. A partir de 1980, como cuenta “Historia delvino de Madrid”, los agricultores comenzaron a organizarse para recuperar los caldos y la
Administración regional apoyó de forma decidida los trabajos que culminaron en 1990 con la creación de la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Gracias al trabajo realizado en estos treinta años, los vinos de la región han logrado un amplio reconocimiento por su calidad, que se ha visto refrendado con distinciones nacionales e internacionales y con un el aumento de las exportaciones, además de contar con el favor de hosteleros y comercios especializados. “Se puede afirmar que el XXI es el Siglo de Oro
de los vinos de Madrid”, concluyó Sarasola.