Llegó uno de los momentos más esperados del año por bodegueros y cooperativistas: la vendimia. Después de un año de trabajo, cuidado y dedicación es el momento de recoger los frutos. Arranca la vendimia en la D.O. Vinos de Madrid y lo hace con la recolección de la variedad Albillo Real, en la subzona de San Martín de Valdeiglesias.
Las bodegas inician la vendimia de madrugada, como podéis ver en las fotos que nos mandan desde Bodega Marañones, para mantener así intacta la frescura de la uva y evitar los rigores del estío. Poco a poco, el trabajo realizado en el campo cede el testigo a los compañeros de bodega. Empieza un nuevo ciclo.
Este año los técnicos de la D.O. señalan que la vendimia “viene retrasada una semana con respecto al año anterior. En cuanto a la producción, presenta una fertilidad potencial cercana a la media y en general se espera una cosecha contenida”.
También en la subzona mencionada, concretamente en Las Moradas de San Martín, ha comenzado la vendimia con el Albillo Real, la variedad madrileña por excelencia, en fechas similares a los últimos años, en los que ya se venía adelantando debido a las condiciones climatológicas del ciclo: un otoño de altas temperaturas, un invierno cálido con algunas nieves y heladas, una primavera más fresca que sigue a un verano con altas temperaturas.
Se sigue así una tendencia marcada en los últimos años, siendo el 2023 el más temprano de la historia de la bodega, en el que se comenzó a finales de julio. Y es que la climatología vivida desde el otoño de 2023, con altas temperaturas, y un invierno cálido y escasas precipitaciones, ha marcado todo el ciclo de la uva.
“No fue hasta el 10 de febrero cuando por fin llegó el frío, con agua, nieves y heladas; unas condiciones que se mantuvieron hasta al 15 de marzo, aproximadamente. Esto ayudó a frenar el inicio de la brotación, que parecía inminente”, explica Isabel Galindo, enóloga y directora técnica de Las Moradas. Y añade: “Todo nuestro albillo se trabaja al 100% mediante una viticultura ecológica, con todos los procesos manuales y artesanales que nos confieren autenticidad y calidad, así como bajas producciones y con un estado muy sano”, explica Galindo.
Esta primera vendimia finalizará aproximadamente en una semana. Habrá que esperar alguna semana más para vendimiar la garnacha tinta.
